III. BOLIVIA


1) ORACIONES A NUESTRA SEÑORA DE      COPACABANA, PATRONA DE BOLIVIA

14. Madre santísima de Copacabana, al concluir esta celebración
litúrgica en la que hemos orado unidos por las familias bolivianas,
imploro sobre ellas tu protección maternal.
Tú, que desde tu santuario nacional  acompañas con mirada
bondadosa el caminar de este pueblo, alienta con tu intercesión
poderosa a las familias de Bolivia, que hoy confío a tus cuidados.
Protege e inspira a las madres de familia de esta noble tierra,
que con dedicación admirable atienden y dan consistencia
a sus hogares, guían a sus hijos por el camino del bien
y buscan su dignidad en lo cristiano y en lo humano.
Ilumina también a los padres para que sepan ser siempre,
en su vida familiar y social, ejemplos de rectitud, educadores
responsables de sus hijos, modelo de respeto a los valores
religiosos y morales que hacen estable y sana la familia.

Cuídate en especial de los hijos para que, a imitación de Jesús,
crezcan en edad, en sabiduría y en gracia, recibiendo y
difundiendo en su propio hogar el amor y el respeto entre todos.
Modela su corazón joven a fin de que, con comprensión y
generosidad, robustezcan la unión familiar, vivan en obediencia

a los principios cristianos y sean así el apoyo de sus padres
y la esperanza de la sociedad boliviana.
Vela, Madre, con particular ternura sobre las familias campesinas,
que sufren el azote de la pobreza, sobre los hogares de los mineros,
sobre los relocalizados, los que no tienen pan ni trabajo, los más
pobres y abandonados, para que experimenten tu consuelo y
la solidaridad de los demás.

Enseña, finalmente, a todos tus hijos bolivianos,
sin distinción de origen étnico o extracción social,
la fidelidad a la fe cristiana, la valentía en la adversidad,
la convivencia de la idéntica dignidad de hijos y hermanos,
el empeño para mejorar la patria común, el compromiso

por la honestidad y la justicia, la esperanza en un mundo nuevo
en el que reinen de veras el amor y la paz. Amén.

Juan Pablo II (10-5-1988)

Oración específica o himno
15.
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.

A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada Maria,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón.

Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.

¡Oh! María, sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

Virgen de Copacabana,
que con traje de ñusta
[1](1)
auxilias a tus devotos de Bolivia.
Ruega por nosotros.

http://www.eltestigofiel.org/oracion/oratoriov.php?idv=19

2) ORACIÓN A LA VIRGEN DE URKUPIÑA,
   EM QUILLACOLLO
  

16.
¡Oh María! ¡Madre admirable! a tus pies venimos 
para meditar tus virtudes y celebrar tus alabanzas.

Tú serás durante este Quincenario el objeto ideal
de nuestra contemplación; tú el centro y pábulo
de nuestro sentimiento, tú el imán de nuestros deseos:
muéstrate, pues, tan bella, tan perfecta como eres,
a través del grosero y velo de nuestra carne; disipa la niebla
de de nuestro entendimiento para que te conozcamos
con nítida claridad; reanima las fuerzas perdidas del corazón
para así amarte como bien lo mereces; subyuga
la voluntad rebelde y
pervertida a los santos mandatos
de tu Divino Hijo. Así esperamos, Madre, no obstante
nuestra gran debilidad y miseria; no permitirás que un alma
y un corazón que desde hoy se te consagra de veras,
permanezca indigno de ti y fuera de la Ley y el amor de tu Hijo.
AsImismo, esperamos que al crecer nuestra gratitud, crezca
también el número de tus devotos practicando más y más
tu culto de veneración y propagando la devoción a tu Asunción
Gloriosa.
Amén

http://www.boliviaeventos.com/



[1] Ñusta era el nombre quechua para las princesas en el Imperio Inca.