XVII. PARAGUAY

ORACIÓN A  NUESTRA SEÑORA DE LOS MILAGROS
DE CAACUPÉ PATRONA DE PARAGUAY
85. Santísima Madre de Dios y madre nuestra, desde vuestro Santuario
de Caacupé cubrid con vuestro manto protector a vuestros devotos y
a todo el Paraguay. Interceded por nuestros padres y bienhechores,
por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia y alcanzad luz a los
magistrados para que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos, alcanzadnos también
la gracia mayor de preservar en nuestra fe y en vuestro Amor,
para así merecer la realización de la promesa que Nuestro Señor
Jesucristo nos hiciera cuando dijo: "El que persevere hasta el fin se
Salvará." A vos pues, Madre querida, clamamos para que
nos obtengáis tan singular favor
. Amén.

http://webcatolicodejavier.org/VirgenCaacupe.html

 

86. NOVENA A MARÍA AUXILIADORA, PATRONA
DEL PODER JUDICIAL DE ASUNCIÓN
[1]
(Recomendada por San Juan Bosco)

  Rezar, durante nueve días seguidos, tres Padres nuestros,
Avemarías y Glorias con la siguiente jaculatoria
:
"Sea alabado y reverenciado en todo momento el Santísimo y
Divinísimo Sacramento"


y luego tres Salves con la jaculatoria:
"María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros".

 

2º Recibir los Santos Sacramentos de Confesión y Comunión.

 

3º Hacer o prometer una limosna en favor de las obras de apostolado
de la Iglesia o de las obras salesianas.

 

87. Novena de la confianza

Madre mía de mi vida, auxilio de los cristianos,

la pena que me atormenta, pongo en tus benditas manos.

Ave María.

 

Tú que sabes mis secretos, pues todos te los confío,

da la paz a los turbados y alivio al corazón mío.

Ave María.

 

Y aunque tu amor no merezco, nadie recurre a ti en vano,

pues eres Madre de Dios y Auxilio de los cristianos.

Ave María.

 

Finalmente, se reza la oración de San Bernardo

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado
vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado
de vos. Animado con esta confianza, a vos también acudo, ¡oh Madre,
Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis
pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana.
No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien,
inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.

 

http://www.pj.gov.py/noticia.asp?codigo=704




[1] San Juan Bosco decía "Tened mucha fe en  Jesús Sacramentado y en María Auxiliadora y estad persuadidos de que la Virgen no dejará de cumplir plenamente vuestros deseos, si han de ser para la gloria de Dios y bien de vuestras almas. De lo contrario, os concederá otras gracias iguales o mayores".